Una universidad británica ha desarrollado un biosensor de bajo coste y alta sensibilidad que utiliza un sensor CMOS económico funcionalizado para detección de enfermedades, medicina personalizada, resistencia antimicrobiana, biofouling industrial y biocorrosión. La tecnología también puede emplearse en el desarrollo de un lector de bajo coste para la detección de aflatoxinas en cultivos. La universidad busca un socio comercial con el fin de desarrollar propiedad intelectual y establecer acuerdos de cooperación técnica, investigación y licencia.
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